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Arquitectos: Medio Arquitectura
- Área: 83 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Emiliano Ruidíaz Riffo
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Proveedores: Nuprotec, Rothoblaas, AutoDesk, Trimble
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Refugio Hachi es un proyecto ubicado en el área rural de la comuna de Villarrica, sur de Chile. Se sitúa en un terreno con abundante bosque nativo y, con el objetivo de preservar los arboles existentes y aprovechar al máximo la luz y calor, se decidió ubicar el proyecto en el único claro disponible. La clienta, una orfebre joyera, quería un refugio que no solo fuera su hogar, sino al mismo tiempo un lugar para diseñar y trabajar. El diseño de este espacio debía cumplir los siguientes requisitos: eficiente térmicamente, cómodo, amplio, iluminado y con vista al bosque nativo.
Al ser un proyecto de pocos metros cuadrados, se optó por diseñar un solo gran espacio, prescindiendo de muros divisorios y utilizando desniveles para marcar la diferencia entre recintos. El proyecto tiene tres niveles; se accede por el sur oriente, el nivel más bajo, en donde se ubica la chiflonera, logia y cocina, donde llega la luz de la mañana. Luego, subiendo dos escalones se llega al área principal, donde se encuentra la sala de estar que avanza hacia el norte buscando luz de mañana, medio día y de tarde.
En este mismo recinto hacia el sur está el lugar de trabajo, recibiendo así luz de forma indirecta, la ideal para este oficio. Finalmente, en el tercer nivel, dos peldaños más arriba, está la pieza principal, el baño hacia el sur y una tina isla protegida al interior. Esta última está situada en un volumen que avanza hacia el nor-poniente ofreciendo vistas al bosque nativo por todos sus lados. El techo del proyecto se transforma de acuerdo a cada espacio, generando grandes ventanas que buscan la luz del sol y las vistas al bosque.
Para el piso del proyecto se buscaba un solo material para todas las áreas, sin juntas visibles, con un aspecto rústico y al mismo tiempo fácil de limpiar. Con estos requerimientos se optó por utilizar un hormigón vitrificado, el cual fue trabajado a mano por un ceramista local. Todas las paredes y el cielo son de yeso cartón pintado blanco hueso para no restarle protagonismo a la morfología del cielo tipo origami. La madera a la vista en el interior son antiguas estructuras de puentes de la zona que se rescataron para el proyecto.
Estas piezas de madera se usaron con diferentes funciones; dos grandes vigas antiguas se usaron para los peldaños de los desniveles, dejándolas sobrepuestas directo al piso y cada cambio entre recintos está acompañado con un arco de madera de pilares de grandes secciones, separados de los muros para permitir una vista de los pilares por todas sus caras. En el espacio principal se dejó una gran cercha a la vista. Estas maderas tienen un sentido decorativo y funcional al mismo tiempo. El exterior está revestido con zinc pre pintado negro que abarca la mayoría del proyecto, excepto el volumen que avanza hacia el norte, el cual fue revestido con piedra de la zona, instalada por canteros locales.